ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALÉN.-GIOTTO DI BONDONE.-
GÓTICO-RENACIMIENTO
Tengo algo de lío mental. No con el tema de la entrada de Jesucristo en la Ciudad Santa. Eso lo tengo bastante claro.Pero con la preparación de la Novena a la Virgen del Carmen, los ensayos en la Coral para el concierto que hemos ofrecido en honor de la Madre de todos y otros menesteres domésticos y sanitarios, no sé cómo empezar. Sin embargo tengo algo muy claro y sé que no fallará: esa Persona que siempre está atento a cada uno de nosotros, con sus Dones y sus Frutos, me echará una mano. Me refiero al Espíritu Santo. ¡Caramba! Si no fuera por Él...¿qué haríamos nosotros, Iglesia Universal incluida?
He puesto con toda idea el cuadro que tuvo como autor a Giotto di Bondone, situado en Gótico por unos autores y en Renacimiento por otros. ¿Por qué? He tenido que valerme del diccionario enciclopédico Labor, que tantas veces he consultado en mi profesión cuando no existía el ordenador personal e internet no estaba en el pensamiento de la inmensa mayoría de la gente. Conclusiones: Aunque cronológicamente pertenece al Gótico, por la característica de su obra podría estar en el Trecento del Renacimiento italiano y está considerado como su precursor.
Voy a centrarme en el tema de hoy. Si mi objetivo desde el principio del blog era, y sigue siendo, presentar una biografía de Jesucristo desde el prisma del Arte universal, no debo prescindir de estos detalles, ¿no creen? Este cuadro es uno de los que más me gustan relativos al tema de este entrada, si bien veremos más adelante otros que también tienen su importancia, cada uno dentro del movimiento artístico al que pertenece.
El cuadro presenta dos partes claramente diferenciadas. A la izquierda del mismo aparecen los discípulos que van acompañando a su Maestro. En primer lugar aparece Pedro, con túnica blanca y barba cana. Junto a él, Santiago, con túnica roja y manto verde. Al otro lado de Pedro vemos la cara medio pecho de Juan. Son los tres apóstoles que solían acompañar a Jesús en momentos concretos.
A la derecha del cuadro vemos al pueblo llano que sale por una de las puertas de Jerusalén para darle una entusiasta bienvenida, lo cual está claro si tenemos en cuenta los acontecimientos sucedidos anteriormente, como luego comentaré.
Aparece un muchacho levantando en su mano derecha un ramo de olivo. Junto a él puede verse una mujer inclinada ante Jesús, tapándose la cabeza con su manto, acaso como un gesto de adoración hacia quien considera que es verdaderamente el 'Hijo de Dios'.
Delante de todos aparece un hombre joven colocando su manto a los pies del pollino, igual que harían otras personas, como si estuviese extendiendo una alfombra a los pies de Jesús, manifestando así el honor que le dan.
El hecho de estar caminando los apóstoles en la misma dirección que Jesús, inmediatamente tras Él, y los israelitas que lo aclaman puestos, lógicamente, en dirección contraria, realzan la figura de Jesucristo que aparece como protagonista indiscutible del cuadro. La túnica roja que viste contrasta con el color blanco o beig claro de la capa. Su postura erguida y su brazo derecho en actitud de bendecir atraen las primeras miradas al contemplar esta escena hacia Él.
Al fondo del cuadro, a la derecha, sobre un cielo de intenso color azul destaca la edificación que representa una de las entrada de Jerusalén en un color claro que destaca mucho sobre el color del cielo. En el centro del cuadro, en un discreto segundo plano, vemos la presencia de unos árboles (¿frutales quizá?) y unos personajes encaramados en ellos. Probablemente sean habitantes de la ciudad que querían presenciar el acontecimiento y acaso por la gran muchedumbre decidieron subirse a ellos para gozar de una vista privilegiada. El muchacho de la izquierda (parecen niños o jóvenes, acaso adolescentes) está en actitud de subir lo más alto posible. El de la derecha adopta una postura acomodaticia, firmemente asido a las ramas del árbol, como si ya estuviera como realmente quería. Un tiempo atrás también hubo otro personaje que para ver bien a Jesús se subió a un árbol debido a su baja estatura. ¿Lo recuerdan? Le llamaban Zaqueo.
Se ha hecho una pequeña aproximación a este episodio de la vida de Jesús, en vísperas de su Pasión y Muerte, desde el Arte, basándonos en el cuadro de Giotto. En la próxima entrada profundizaremos en este tema desde el aspecto evangélico.
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