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arte

¿Todo acabó? (I).- 06- diciembre-2016

Posted by Caminante y peregrino

      Parecía que ya había terminado todo lo que podríamos decir que había sido desagradable. Incluso malo. El Maestro había resucitado y se había mostrado a sus amigos y apóstoles: 'Después de su pasión, Jesús se les presentó con muchas y evidentes pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del Reino de Dios'. (Hch. 1, 3). Y no fue solamente a ellos, porque 'después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron'. (I Cor.15, 6).
      Había algunos discípulos y seguidores que también lo habían visto según contaban llenos de entusiasmo. Pero...los hechos que posteriormente se fueron desarrollando les demostrarían que la triste realidad no iba a ser esa.
      Los Apóstoles y los seguidores de Jesús habían retomado el hábito de juntarse con asiduidad con el fin de comentar cuanto Jesús les había dicho en las diferentes ocasiones que se les había aparecido. Poco a poco iban asimilando estas enseñanzas en sus corazones para luego ir enseñándoselas a los nuevos creyentes que día a día iban considerablemente en aumento, si bien entre ellos también iban surgiendo algunas dudas sobre alguna de las enseñanzas del Maestro, ya que, aparentemente, chocaban con la Ley de Moisés y que su tosca formación todavía no terminaba de asimilar, ya que aún seguían anclados en su mente materialista.

      En cierta ocasión, 'se apareció a los once cuando estaban a la mesa y les echó en cara su incredulidad y su terquedad por no haber creído a quienes lo habían visto resucitado'. Los había cogido en plena discusión y se miraron unos a otros mientras alguno bajaba su mirada al suelo como avergonzado de su actitud, pero nadie osó preguntar nada a Jesús. Le oyeron cuanto les dijo para aclarar sus dudas y a continuación 'les dijo: -Id por todo el mundo a proclamar la buena noticia a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará, pero el que no crea, se condenará. A los que crean les acompañarán estas señales: expulsarán demonios en mi nombre, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y, aunque beban veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos se curarán'. (Mc. 16, 15-18).
ANUNCIAD EL EVANGELIO A TODO EL MUNDO.-Harold Copping
      Ahora comprendían cuanto les explicaba con meridiana claridad. Se sentían auténticos protagonistas de los deseos de su Amigo y Señor, que continuaba dando lo que eran sus últimas instrucciones  para el cumplimiento de la misión que les iba a convertir en los continuadores de la misión de su Maestro, el cual prosiguió con estas palabras: '-Dios me ha dado autoridad plena sobre cielo y tierra. Poneos, pues, en camino, haced discípulos a todos los pueblos y bautizadlos para consagrarlos al Padre, al hijo y al Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta la consumación del mundo'. (Mt.28, 18-20).
SAN JUAN BAUTISTA BAUTIZA EN EL JORDÁN.-NICOLÁS POUSSIN.-CLASICISMO
      No hubo nadie que no se diera cuenta que aquellas palabras tenían un auténtico aire de despedida, pero no podían imaginarse una existencia sin su Maestro después de tres años de extraordinaria convivencia diaria con Él y habiendo vivido juntos tantas cosas. Nadie osaba romper aquel silencio. Por una parte se sentían felices y dichosos de haber vuelto a compartir unos escasos días con quien sabían que era su Amigo , pero también sabían ahora que era el mismo Dios de Israel. El temor a quedarse huérfanos de su presencia diaria les hacía estar inquietos.
      En otro momento de los que todavía compartían con Jesús, aunque sabían que ya les quedaba poco de gozar de su presencia, 'les ordenó: -No salgáis de Jerusalén; aguardad más bien la promesa que os hice de parte del Padre; porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de pocos días'. (Hch.1, 4-5).

      Al oír esas palabras, 'los que lo acompañaban le preguntaron: -Señor, ¿vas a restaurar ahora el reino de Israel? Él les dijo: -No os toca a vosotros conocer los tiempos o mementos que el Padre ha fijado con su poder.Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra'. (Hch. 1, 6-8).
      No era necesario que pronunciase la palabra 'adiós'. Todos eran conscientes ya de su inminente marcha con el Padre y por otra parte ahora estaban plenamente convencidos de que no iban a estar sin Él, porque ¿qué sentido tendrían esas palabras pronunciada en aquella memorable cena pascual, unos momentos antes de partir hacia Getsemaní? 'Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros' y 'Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced ésto en conmemoración mía'.

      Sí. Siempre estaría con ellos y con todos cuantos le abriesen el corazón para que morase en él. Pero apenas había terminado Jesús de anunciarles que el Espíritu de Dios habitaría en ellos, 'lo vieron elevarse, hasta que una nube lo ocultó de su vista'.
      Se les iba. Volvía con el Padre. Y mientras contemplaban su Ascensión a los cielos no podían separar su mirada de su Maestro y su Dios, absolutamente quietos como si quisieran grabar a fuego en su alma aquel momento único que jamás olvidarían y que les haría desear partir, una vez cumplida la misión que les había encomendado, a la Casa del Padre.
ASCENSIÓN DE XTO.-HARRY ANDERSON.-S. XX
      'Mientras estaban mirando atentamente al cielo viendo cómo se marchaba, se acercaron dos hombres con vestidos blancos y les dijeron: -Galileos, ¿por qué seguís mirando al cielo? Este Jesús que acaba de subir de vuestro lado al cielo, vendrá  como lo habéis visto marcharse'. (Hch. 1, 10-11).

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