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CARL BLOCH.-REALISMO DANÉS |
Viejos y
añorados recuerdos, sí. No lo puedo evitar. Han sido cuarenta y dos años de
estrecho contacto con ellos en el aula y también en la Parroquia. Muchos
diálogos, mucho intercambio de opiniones en las clases de Literatura y de
Religión, mucho aprendido de ellos… Esos han sido los primeros sentimientos que
he tenido al abordar el tema de los niños y Jesús.
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DEL PARSON.-S. XX |
Debieron ser
algo muy grande para Él. Tanto, que nos los puso como el modelo a seguir: ‘En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús y le
dijeron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un
niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Os aseguro que si no cambiáis y os
hacéis como los niños no entraréis en el reino de los cielos. El que se haga
pequeño como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. El que acoge
a un niño como este en mi nombre, a mí me acoge’. (Mt. 18, 1- 5).
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Carl Bloch.-REALISMO DANÉS |
Y remata esta intervención ante los Apóstoles diciéndoles: ‘Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños
que creen en mí, más le valdría que le ataran una piedra de molino al cuello y
lo arrojaran al fondo del mar’. (Mt. 18, 6).
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James Tissot.-S. XIX - XX |
Más claro, imposible. Los niños son algo muy serio para
Jesús y no se les debe trivializar. Al contrario. Hay que tomarlos muy en serio
y los padres, sus primeros educadores,
deben volcarse en su formación y educación cristiana, social, moral religiosa y
del tipo que sea para que tengan una formación integral, además de velar para
que nadie tergiverse la educación que les darán en su vida.
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Carl Vogel von Vogelstein, 1805 |
El ejemplo,
en esta sociedad tan liviana, tan falta de escrúpulos y valores en la educación
infantil, continúa siendo válido y su vigencia permanece. Ellos son una llamada
a la vida (en contraposición a las tendencias al aborto que existen), y a la
Vida (en este caso, ya lo ven, con mayúscula: ser como ellos es la supremacía
para alcanzar el Reino de Dios).
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Benjamin Robert Haydon .-S. XIX |
Jesucristo no
lo dudó un solo instante ante la pregunta que sus discípulos le hicieron, acaso
¡quién sabe! (al menos, yo no lo sé), con el propósito de hacer méritos para
ser importantes en el Reino de Dios.
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HIPPOLYTE FLANDRIN.-ACADEMICISMO |
Pero acaso
también, desde un prisma exclusivamente humano, que es lo que estaban
acostumbrados a ver. Pentecostés se encargaría de abrirles los ojos
paulatinamente e ir conociendo la realidad de ese Reino.
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Corbert Gauthier.-S. XX |
San Marcos
nos plantea la misma cuestión desde otro ángulo distinto: ‘Llevaron
unos niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se
lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro
que el que no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él. Y tomándolos
en brazos, los bendecía, imponiéndoles las manos’. (Mc. 10, 13-16).
San Lucas, en su Evangelio, (Lc. 18, 15-17),
también lo refiere de forma básicamente análoga a Marcos.
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Bernhard Plockhorst.-SIGLO XX |
Aparentemente
es un episodio aislado, una anécdota pensarán algunos, este pasaje de Jesús con
los niños, pero realmente no es así, porque Él no desaprovechaba ocasión alguna
para hablar del Reino de Dios. Para eso había nacido y su Precursor se
encargaba de prepararle el camino: ‘En aquellos días
apareció Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea. Decía:
Arrepentíos, porque está llegando el reino de los cielos’. (Mt. 3, 1-2).
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DEL PARSON.-Siglo XX |
Y más
adelante es el mismo Jesús quien se encarga de hacerlo saber a las gentes: ‘Después que Juan fue arrestado, marchó Jesús a Galilea,
proclamando la buena noticia de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo y está
llegando el reino de Dios. Convertíos y creed en el evangelio’. (Mc. 1, 14).
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William Hole.-S. XIX - XX |
Ya podemos
observar que si Él tenía que cumplir esa misión, ante la pregunta y actitud de
sus apóstoles sobre el mayor en el reino de los cielos, no podía haber mejor
ejemplo que la inocencia de los niños.
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HAROLD COPPING.-S. XIX - XX |
Así también
lo han ido interpretando los pintores a través de sus pinceles en distintas
épocas. Con ellos los dejo.
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Hermann Clementz.-S. XIX - XX |
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GREG OLSEN.-S. XX |
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