Jesús y el dinero (y II).-15-07-2012
Posted byTRIBUTO AL CESAR.-MASACCIO.-RENACIMIENTO |
Es probable
que haya alguien que el dinero lo sea todo para él. Vive para él, lo atesora o
lo malgasta en acciones ilícitas o fraudulentas, como vimos en la entrada
anterior. Pero aún hay citas evangélicas que ahondan más en este tema. Son
muchas las ocasiones que sirve como pretexto para que Jesús explique alguna
cosa que le interesa.
PARÁBOLA DE LA DRACMA PERDIDA.-DOMENICO FETTI.-BARROCO |
Incluso para dar a entender el valor que da al
arrepentimiento de cualquier persona de sus pecados y que vuelve su mirada a
Dios, no vacila en poner una parábola en la que el dinero, por el valor que
tiene, adquiere un protagonismo especial:
"¿Qué
mujer, si tiene diez dracmas y pierde una, no enciende una luz y barre la casa
y busca cuidadosamente hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a las
amigas y vecinas diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma
que se me perdió. Así, os digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador
que se arrepiente"(Lc.
15, 8-10).
PARÁBOLA DE LA DRACMA PERDIDA.-JAMES TISSOT.-S. XIX |
El mundo de
las parábolas, encerrando unas enseñanzas con las que Jesús desea dejar clara
la actitud de generosidad y de la justicia de Dios, es una constante en su
predicación. La de los talentos y de las minas de plata son muy semejantes
entre sí o ambas llegan a la misma conclusión. Veamos esta última:
Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola,
porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a
aparecer de un momento a otro. Él les dijo: Un hombre de familia noble fue a un
país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a
diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno,
diciéndoles: Háganlas producir hasta que yo vuelva. Pero sus conciudadanos lo
odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: No queremos
que este sea nuestro rey.
PARÁBOLA DE LOS TALENTOS |
Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a
los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado
cada uno. El primero se presentó y le dijo: Señor, tus cien monedas de plata
han producido diez veces más. Está bien,
buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el
gobierno de diez ciudades. Llegó el segundo y le dijo: Señor, tus cien monedas
de plata han producido cinco veces más. A él también le dijo: Tú estarás al
frente de cinco ciudades.
PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO.-JAMES TISSOT.-S. XIX |
Llegó el otro y le dijo: Señor, aquí tienes tus cien
monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti,
que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y
cosechar lo que no has sembrado. Él le
respondió: Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que
soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo
que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo
hubiera recuperado con intereses. Y dijo a los que estaban allí: Quítenle las
cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más. ¡Pero, señor, le
respondieron, ya tiene mil! Les aseguro que al que tiene, se
le dará; pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han
querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia. Después de haber
dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. (Lc. 19, 11-28).
PARÁBOLA DE LAS MINAS.-Lucas van Doetechum.-RENACIMIENJTO |
Sin embargo hay una referencia evangélica que
marca las diferencias entre Dios y el dinero. Ambas son cosas diametralmente
opuestas y que pone a cada una de ellas en su sitio. Es el famoso pasaje del
tributo al César. Veamos qué nos cuenta Mateo: ‘Entonces los fariseos se marcharon y deliberaron
cómo cogerle en alguna palabra. Y le envían los discípulos suyos, juntamente
con los herodianos, para preguntarle: «Maestro, sabemos que eres sincero y
enseñas el camino de Dios con verdad, sin tener acepción de personas, pues no
miras al exterior de los hombres. Dinos pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito dar el
tributo al César o no?
TRIBUTO AL CÉSAR.-BERNARDO STROZZI.-BARROCO |
Conoció Jesús su malicia y dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis?
Mostradme la moneda del tributo». Ellos le presentaron un denario. Díceles: «
¿De quién es esta imagen y la inscripción?». Le dijeron: «Del César». El les
contestó: «Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios». Al oír esto se maravillaron, lo dejaron y se marcharon (Mt 22, 15-22).
TRIBUTO AL CÉSAR.-TIZIANO.-RENACIMIENTO |
Fácilmente se puede comprobar las perversas
intenciones de los fariseos y herodianos. Primero presentan sus fingidos
halagos para después intentar cogerlo en sus propias palabras, porque si
respondía diciendo que era lícito, lo colocaban como enemigo de Roma, y si
decía lo contrario podían acusarlo de ir en contra de su propio pueblo y a
favor de los invasores.
TRIBUTO AL CÉSAR.-Bartolome Manfredi.-BARROCO |
La respuesta es muy propia de Jesús. Responde lo
justo sin caer en ninguna de las opciones presentadas. : «Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios
lo que es de Dios». Sencillamente, magistral. Los dejó descolocados, hasta el
extremo de que ‘Al oír
esto se maravillaron, lo dejaron y se marcharon’. Incluso hoy solemos emplear esas mismas palabras
cuando queremos poner varias cosas en el lugar que les corresponde.
TRIBUTO AL CÉSAR (Ignoro el autor) |
Pero no fue este episodio el
único en que marcó el valor relativo del dinero. Mateo continúa diciendo más
adelante: ‘Habiendo llegado a Cafarnaúm, se acercaron
a Pedro los recaudadores del tributo de las dos monedas, y le dijeron: Qué, ¿no
paga vuestro Maestro las dos monedas? Sí, por cierto, respondió. Y habiendo
entrado en casa, se le anticipó Jesús diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes
de la tierra, ¿de quién cobran tributo o censo? ¿De sus mismos hijos, o de los
extraños? De los extraños, dijo él. Replicó Jesús: Luego, los hijos están
exentos. Con todo eso, por no escandalizarlos, ve al mar y tira el anzuelo, y
coge el primer pez que saliere, y abriéndole la boca hallarás una pieza de
plata de cuatro dracmas; tómala y dásela por mí y por ti’. (Mateo 17: 24-27).
TRIBUTO AL CÉSAR.-VALENTÍN DE BOULOGNE.-BARROCO |
Me da la impresión que la
cosa está clara. Ni están correlacionadas ni dependen la una de la otra. Dios
es Dios. Es el Absoluto. El Trascendente. Infinito e Omnipotente. El dinero
¿qué es? Algo pasajero. Acaso necesario en cuanto a su uso para la
supervivencia como he comentado más arriba, pero ¿hasta dónde llega? Cuando
lleguemos al final de nuestra vida no nos lo vamos a llevar. No nos va a
acompañar a ese viaje. Es más: acaso sea un pesado lastre para nosotros si
hemos hecho de él un mal uso.
TRIBUTO AL CESAR.-MASACCIO.-RENACIMIENTO |
Aun en la época renacentista
se tuvo claro esa interpretación y Masaccio supo captar magistralmente el
momento de ese relato evangélico de Mateo. El cuadro que encabeza la entrada
nos presenta la escena en tres partes. En la central, vemos a Jesucristo, sus
amigos los Apóstoles y algunas personas. De espaldas aparece el recaudador de
tributos que interpela a los discípulos con los interrogantes enunciados en el
texto.
MONEDA EN LA BOCA DEL PEZ.-MASACCIO.-RENACIMIENTO |
Jesucristo aparece
dirigiéndose a Pedro con otras preguntas, tras las cuales lo envía a coger un
pez y cogerle las monedas que encontrará en su boca. Esta escena está
reproducida a la izquierda del cuadro. Aparece Pedro en una postura algo
forzada, cumpliendo lo que el Maestro le ha dicho.
PEDRO ENTREGA LA MONEDA.-MASACCIO.-RENACIMIENTO |
En la parte derecha del
cuadro finaliza la escena cuando Pedro entrega las monedas al recaudador de
impuestos. Le vemos con la mano derecha extendida en actitud de entregar algo y
al recaudador, también con su mano derecha extendida, recogiendo lo que Pedro
le entrega.
DAD AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR.-ANTONIO ARIAS-BARROCO |
La pintura del barroco nos
presenta este tema a través de Antonio Arias. Confieso que este cuadro me ha
sorprendido por el azul del manto de Jesús, por el enlosado, por las actitudes
de los personajes de la izquierda que sugieren una encendida polémica y,
excepcionalmente, por…las gafas del personaje de la derecha, cuya mano muestra
unas monedas a Cristo. Es un evidente anacronismo ya que en tiempos de Jesús,
que yo sepa, no existían. Los más antiguos se remontan al siglo XIII.
TRIBUTO AL CÉSAR.-TIZIANO.-RENACIMIENTO |
Ya hemos visto los distintos
pintores cómo han interpretado este pasaje. Cada uno habrá sacado sus propias
conclusiones. Pero leyendo atentamente las perícopas anotadas dentro del
contexto evangélico, podemos saber con bastante claridad qué nos dice la
Palabra (el Logos) sobre el dinero y darle el justo valor que tiene, sin que nos esclavice.
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