¿Cómo
era el comportamiento social de las personas en tiempos de Jesucristo con las
mujeres? Creo conveniente un ligero repaso, muy breve, para entender mejor el
tema que hoy continuamos. María Magdalena se entregó a colaborar con el
Salvador como hacían los discípulos. Pero ella era mujer y las mujeres, en
aquellos tiempos, eran poco menos que nada: cuando salían de su casa, aunque fuese para ir a la sinagoga, debían
llevar dos velos, el de la cabeza y el que les cubría la cara, dejando ver
solamente los ojos, de la casa solamente tenían que hacer el servicio de la
misma, pero no intervenir en las conversaciones masculinas ni dar opinión
alguna, no tenían derecho a conocer las Sagradas Escrituras, … Jesús no era así.
La mejor
prueba de ello es que la noticia de su Resurrección fueron primero las mujeres
quienes la recibieron, especialmente María Magdalena, a quien dio la misión de
comunicar este hecho a los sesudos varones que estaban escondidos creyendo que
ya todo había finalizado. Quizá, (esto es una suposición), teniendo en cuenta
la agudeza y el sexto sentido femenino, ellas se dieron cuenta que en realidad
todo estaba empezando en aquellos momentos.
ROSTRO DE JESÚS SEGÚN LA SÁBANA SANTA
No. No
tenemos ningún derecho a mancillar la figura de Jesús de Nazaret
trivializándola con semejantes tonterías, comentadas en la entrada anterior, absolutamente alejadas de la realidad
y del contexto evangélico. Ni tampoco la de aquella mujer, María Magdalena, que
hizo de su existencia una entrega al servicio del Señor con un amor, sí, pero
no con el amor zafio, sucio, grotesco y grosero que le quieren atribuir, sino
el amor que produce la amistad, el agradecimiento, el sentirse llamada al
servicio por la experiencia de Dios que había tenido, como tantas mujeres y
tantos hombres de hoy y de todos los tiempos que, a través de las distintas
órdenes religiosas o en la vida ordinaria, célibes o casados, dedican al
Maestro su vida en el seno de la Iglesia Católica: Bernardo de Claraval, Teresa
de Jesús, Juan de la Cruz, Edith Stein, Ignacio de Loyola y esa larguísima relación de santos, unos conocidos y otros
anónimos.
¿Qué
somos pecadores? ¡Claro que lo somos! Todos. Algunos quizá con pecados mayores
que la mujer protagonista de esta entrada. A excepción, claro está, del mismo
Jesucristo y de su Santísima Madre, la Virgen, sin pecado alguno desde su
concepción en el seno de Santa Ana. Y si nosotros lo somos, nuestro
agradecimiento al Salvador debe llegar desde la Reconciliación con Él en el
Sacramento correspondiente.
Centrándonos
aún más en la figura de la Magdalena, en lo que de ella cuentan los Evangelios,
podemos llegar a entender un poco su labor de servicio como las otras mujeres,
sí, pero en este caso es ella en quien nos centramos.
APARICIÓN A LAS SANTAS MUJERES EN GRUPO.-JAMES TISSOT.-S.XIX
La
crónica de los Evangelios nos dice que aparece entre las acompañantes de Jesús.
‘Jesús caminaba por pueblos y aldeas predicando y anunciando el reino de Dios.
Iban con Él los doce y algunas mujeres que había liberado de malos espíritus y
curado de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que había expulsado
siete demonios, Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes, Susana, y otras
muchas que le asistían con sus bienes’. (Lc. 8, 1-3).
En ese
texto vemos: Hay algunas mujeres (que había liberado de malos espíritus) que le
siguen y le asisten con sus bienes. Una de ellas es María Magdalena. En
concreto, de esta mujer dice que ‘de la que había expulsado siete demonios’.
Ahora bien. ¿Eran realmente demonios del infierno, de la corte de Satanás?
Posiblemente sí, si lo entendemos según lo que nuestra mentalidad actual
entiende por ‘demonios’. Pero dice el evangelio lucano con sentido global, que
a algunas de esas mujeres había liberado de ‘malos espíritus’. ¿Cómo podríamos
entender esa expresión? Porque también cabe la interpretación de que fueran
muchas enfermedades, físicas o psíquicas, difíciles de clasificar en la época y
que genéricamente así las llamaban: malos espíritus.
Por otra
parte es conveniente recordar que está presente, junto con la madre de Jesús y
otras mujeres, en los momentos culminantes de la Pasión y Muerte de Cristo.
Veamos unos textos. El momento de la crucifixión así lo relatan: ‘Muchas
mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para asistirlo, contemplaban
la escena desde lejos.
CRUCIFIXION DE CRISTO.-SIMON VOUET.-BARROCO
- Entre ellas estaban María Magdalena y María, la madre de
Santiago y de José, y la madre de los Zebedeos’. (Mt. 27, 55-56) ; -‘Algunas
mujeres contemplaban la escena desde lejos, entre ellas María Magdalena, María,
la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, que habían seguido a Jesús y
lo habían asistido cuando estaba en Galilea’ (Mc. 15, 40-41) ;
-‘Todos los que
conocían a Jesús, y también las mujeres que lo habían seguido desde Galilea
estaban allí presenciando todo esto desde lejos’ (Lc. 23, 49). ;
- ‘Junto a la
cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la mujer de
Cleofás, y María Magdalena.’ (Jn.19, 25).
A
excepción de Lucas, citan nominalmente a María Magdalena los otros tres
evangelistas.
ENTIERRO DE XTO.-WILLIAM BLAKE.-ROMANTICISMO
Es decir, que estuvo presenciando la crucifixión de Jesucristo
junto con la Virgen y otras mujeres. Cuando narran el entierro de Jesús,
después del descendimiento, ocurre lo mismo:
-‘María Magdalena y la otra María
estaban allí, sentadas frente al sepulcro’. (Mt. 27, 61) ;
-‘María Magdalena y
María, la madre de José observaban dónde lo ponían’. (Mc. 15, 47) ;
-‘Las mujeres
que habían acompañado a Jesús desde Galilea, lo iban observando todo de cerca y
se fijaron en el sepulcro y en el modo en que habían colocado el cadáver.
Después volvieron y prepararon aromas y ungüento. Y el sábado descansaron,
según el precepto’. (Lc. 23, 55-56). San Juan omite las mujeres en el entierro
y nombra a José de Arimatea y a Nicodemo que envolvieron el cuerpo de Cristo
con vendas de lino.
Pero el
momento de la Resurrección, absolutamente crucial para todos los seguidores de
Jesús, entonces y hoy, tiene unos detalles verdaderamente hermosos y
enternecedores muy propios del Maestro. Veamos: ‘Pasado el sábado, al alborear
el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el
sepulcro. De pronto hubo un gran temblor. El ángel del Señor bajó del cielo, se
acercó, rodó la piedra del sepulcro y se sentó en ella….Se dirigió a las
mujeres y les dijo: -Vosotras no temáis. Sé que buscáis a Jesús el crucificado.
No está aquí. Ha resucitado. Id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado
entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Eso es
todo. Ellas salieron a toda prisa…Jesús salió a su encuentro y las saludó.
Ellas se acercaron, se echaron a sus pies y lo adoraron…’ (Mt. 28, 1-10)
‘Pasado el sábado María Magdalena, María la de
Santiago y Salomé compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús….
MARÍA MAGDALENA Y LAS SANTAS MUJERES EN LA TUMBA DE XTO.-JAMES TISSOT.-S.XIX-XX
Cuando
entraron en el sepulcro vieron a un joven sentado a la derecha que iba vestido
con una túnica blanca. Se asustaron, pero él les dijo:… -Decid a sus discípulos
y a Pedro: él va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, tal como dijo…’
(Mc, 16, 1-8). Pero Marcos añade a continuación: ‘Jesús resucitó en la
madrugada del primer día de la semana y se apareció en primer lugar a María
Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Esta fue a comunicárselo a
los que lo habían acompañado, que estaban tristes y seguían llorando…’ (Mc. 16,
9-11).
Lucas
refiere prácticamente lo mismo, pero detalla que en el sepulcro había ‘dos
hombres con vestidos deslumbrantes’, pero más adelante especifica: ‘Fueron
María Magdalena, Juana, María la de Santiago y las demás mujeres que estaban
con ellas las que comunicaron estas cosas a los apóstoles….’ (Lc. 24, 1-12).
Pero
quien expone este suceso desde el aspecto de una ternura sin límites, es Juan:
MARÍA MAGDALENA CON LOS ÁNGELES.-JAMES TISSOT
‘El domingo por la mañana muy temprano, antes de salir el sol, María Magdalena
se presentó en el sepulcro…Vio que la piedra había sido rodada y fue a
comunicárselo a los discípulos…Los discípulos regresaron a casa. María, en
cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Volvió a asomarse al
sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco que le preguntaron. –Mujer. ¿Por
qué lloras? Ella contestó: -Porque se han llevado el cuerpo de mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Dicho esto se
volvió atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le
preguntó: -Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando?
Ella,
creyendo que era el jardinero, le contestó: -Señor, si te lo has llevado tú,
dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo. Entonces Jesús la llamó
por su nombre: -¡María! Ella se acercó a Él y exclamó en arameo: -¡Rabboni!
(que quiere decir Maestro). Jesús le dijo: -No me retengas más porque todavía no
he subido a mi Padre. Anda, vete y diles a mis hermanos que voy a mi Padre, que
es vuestro Padre; a mi Dios, que es vuestro Dios. María Magdalena se fue
corriendo a donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y
les contó lo que Jesús le había dicho’. (Jn. 20, 1-18). Este pasaje ha dado
motivo a que la imaginación de los artistas, especialmente pintores, deseasen
plasmar este momento en sus lienzos, con un título coincidente en muchísimos
casos: ‘Noli me tangere’.
El
Salvador quiso tener esa serie de detalles. En primer lugar quiso que fueran
las mujeres quienes anunciasen su Resurrección. Y teniendo en cuenta el status de las
mujeres en aquel tiempo, algo nos quiso transmitir, ¿no?
NOLI ME TANGERE.-CORREGGIO.-RENACIMIENTO
Fue muy significativa
la claridad del mensaje de que contaba con ellas para continuar la labor que había empezado,
codo con codo con los apóstoles y todos los cristianos varones. Juntos habían
de construir la joven Iglesia que comenzaba a germinar. Y en concreto, en lo
que a María Magdalena se refiere, ¿qué podríamos decir? Todo su agradecimiento lo
volcó en una fidelidad sin límites, como todos cuantos siguieron al Maestro,
pero lo de María fue una entrega al servicio y al compromiso que tuvo su
recompensa con esa aparición personal, ya resucitado.
He
seleccionado unos cuadros que ilustran esta entrada. En ellos podrán ver
algunas formas de plantear la concepción del personaje, especialmente en
algunos con el título que les he indicado anteriormente. Confío que les gusten.
¡HA RESUCITADO! -VASILY POLENOV.-S. XIX - XX
NOLI ME TANGERE.-ABRAHAM JANSSENS Y JEAN WILDENS.-S. XVI - XVII
NOLI ME TANGERE.-HERBERT SCHMALZ.-ORIENTALISTA
NOLI ME TANGERE.-BAJORELIEVE.-CATEDRAL DE NÔTRE DAME.PARIS.-S. XIV
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