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arte

Una pequeña prórroga.- 24- marzo-2014

Posted by Caminante y peregrino

EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO.-REMBRANDT.-BARROCO
      A pesar de haber dado por finalizado el tema del 'hijo pródigo', vuelvo a tocarlo si bien de una manera muy breve. Verán ustedes: Del tema de la parábola nada más debo añadir, pero en cuanto al aspecto del Arte, sí, porque existe un cuadro sobre este tema que sería imperdonable no citarlo, tanto por su autor (nada menos que Rembrandt Harmenszoon van Rijn) como por su envergadura artística y cristiana. Una de las veces que más he lamentado no tener más conocimientos sobre el Arte, es éste, porque aunque desde siempre me ha impresionado la forma de tratar el tema que nos ocupa, desde que un amigo pintor me aconsejó que leyera un libro sobre este cuadro (realmente para mí fue una auténtica meditación en varias etapas, desmenuzando los detalles que Rembrandt nos transmite), mi visión del padre y de los dos hermanos de la parábola cambiaron radicalmente.
      El cuadro ya lo han visto al comienzo de la entrada. Desde mi punto de vista como cristiano y como amante del Arte, pienso que tal vez sea este pintor quien más finamente ha captado la acogida del hijo pródigo en su regreso al hogar paterno. En él ha empleado la técnica del claroscuro, del tenebrismo propio del barroco. Entrando ya en su descripción, el cuadro presenta dos partes perfectamente diferenciadas, tanto por el espacio que ocupan los personajes como por la actitud de cada uno de ellos.
      Mirándolo de frente, la parte izquierda la ocupan el padre y su hijo menor, a quien acoge en un cálido abrazo, manifestado en la postura de las manos sobre sus hombros y la inclinación hacia el muchacho que permanece arrodillado en actitud de arrepentimiento y de vergüenza por lo que ha hecho, con su cabeza mansamente apoyada sobre el corazón paterno.
      Al principio de la primera entrada de este tema comentaba, concretamente en el segundo párrafo, 'la actitud paterna y tal vez materna, como diré más adelante), al acoger a su hijo. Pues bien. Es el momento de explicar por qué hice este comentario. Está claro que Dios es un Espíritu Purísimo y todos sus atributos son infinitos. Cuando creó el género humano lo hizo diferenciando la primera pareja en hombre y mujer, dotándolos, en general, de las mismas características, si bien la manera de manifestarse eran diferentes según fuese el hombre o la mujer, lo cual les hacía complementarse. La forma de manifestar el cariño hacia el esposo por parte de la esposa es diferente de la forma de manifestarlo el esposo hacia su esposa. El cariño es el mismo, pero su manifestación difiere algo, en general. Pues bien, cuando hablaba de la actitud materna de Dios, no es que me refiero a Él como 'mujer' ni tampoco como 'hombre', sino que el rasgo de acogida del padre tiene mucho de la ternura de cualquier madre cuando abraza a su pequeñín.

      Hecha eta aclaración, vamos a fijarnos en las manos del padre posadas en la espalda de su hijo en una acogida absolutamente cariñosa, pero si nos fijamos en ellas, veremos que en ese punto se centra la máxima luz del cuadro. Simbolizan la acogida y el perdón del padre. Dando un paso más, observamos que las manos no son iguales: la izquierda muestra una mano fuerte, dura, como encallecida, con dedos aparentemente más cortos y gruesos que los de la mano derecha, testigos del trabajo de toda una vida. 
     
Está cubriendo prácticamente todo el hombro de su hijo e incluso puede apreciarse en el dedo pulgar una presión, una fuerza. Se diría que desea transmitir un mensaje: 'Este es mi hijo. Lo he recuperado. No se ha perdido. Ha vuelto a casa'. (Esto me recuerda el mensaje del Padre-Dios en el bautismo de Jesús y en su transfiguración en el Tabor: 'Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco'.)
      En cambio, si nos fijamos en la mano derecha, veremos que presenta unas diferencias. En principio aparece como más alargada, y los dedos son como aparentemente más largos, fino y delicados. ¿Podríamos decir que podría ser una mano femenina? No ejerce la misma presión que la mano izquierda. ¿Nos atreveríamos a decir que Rembrandt, teniendo en cuenta el texto evangélico y que Jesús está presentando a Dios como el Padre que acoge a todo pecador que acude a Él dispuesto a perdonarle todos su pecados, 'aunque sean como la grana, para blanquearlos como la nieve' (Is. 1, 18), desea presentar la acogida y el perdón con los sentimientos de un padre y la ternura de una madre...?
      Cambiamos a la otra parte del cuadro. A la derecha aparece la figura del hermano mayor. De pie, hierático,mirando sin ver (¿dónde miran sus ojos, al hermano arrepentido o al vacío?), alejado de lo que está presenciando, indiferente ante la acogida del padre hacia su hermano. Su rostro permanece ligeramente iluminado  como indicando qué personaje representa. Sus manos son portadoras de un bastón como signo de autoridad, pero con su actitud parece indicar su ausencia e indiferencia ante lo que está viendo.
      Estas observaciones y muchas más, las aprendí a ver en la lectura de un libro que exclusivamente comenta este cuadro y, francamente, me hizo mucho bien. Cuando Henry J. M. Nouwen lo escribió, pienso que no imaginaba el bien que iba a hacer, porque todo el libro es una meditación continua con abundantes comparaciones con la vida de todo cristiano. Pero así ha sido, porque a todos mis amigos que lo han leído les ha producido algún efecto y han quedado muy bien impresionados. Y del pintor, ¿qué se puede decir? Quizá cuando lo pintó estuvo plasmando las emociones y sentimientos que sintió cuando profundizó en el sentido de la parábola. Y...ahí quedó el cuadro: para el Arte y para nosotros.

Se marchó...(y II) .- 08-marzo-2014

Posted by Caminante y peregrino

FRANS FRANCKEN.-BARROCO
      En la entrada anterior vimos cómo en una familia acomodada el hijo menor se marcha de su casa tras pedir al padre su parte de fortuna. También vimos algunas de sus primeras 'actividades'. Empezó a hacer uso (mal uso) de su dinero, lo cual es presumible que le granjeara abundantes 'amigos' y 'amigas'. Pero claro si se saca pero no se repone llega el momento que se acaba, en este caso, el dinero de su herencia. Sea como fuere, el momento llegó. La imprudencia e irreflexión le condujeron a experimentar algo nuevo para él: 'Después de haberlo gastado todo sobrevino una fuerte hambre en aquella tierra y comenzó a sentir necesidad', o sea, que el hambre también marcó su huella en él. Es posible que hubiera recurrido a sus antiguos compañeros de orgías y desenfrenos, pero la realidad era que se encontraba absolutamente solo y sin recursos. Sus supuestos 'amigos' le fallaron porque ya no tenían de qué ni de quién aprovecharse. Al final 'se puso a servir a un ciudadano de aquella tierra que lo mandó a sus campos para apacentar puercos'.
     
Lo peor de todo es que no le permitieron comer algarrobas destinadas a los animales, por lo que su hambre no quedaba saciada. 'Deseaba llenar su estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba'. Estaba cogido por todas partes. 
EXPULSADO DE CASA DE SU 'AMIGOS'.-B.E.MURILLO.-BARROCO. 
Esa experiencia era terrible para él y no había solución. Pero no obstante, ésta llegó. Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y esto es, precisamente, lo que ocurrió: empezó a recordar los tiempos pasados de su niñez y la añoranza de su familia hizo aflorar su arrepentimiento, que fue cada vez mayor a medida que iba recordando cuanto había dejado atrás y la estupidez de su comportamiento. Al final vino la decisión.
      'Entonces recapacitó y se dijo: -¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de
sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre y le diré: -Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros'.
 
CUIDA CERDOS.-J. TISSOT.-S.XIX-XX 
No está mal, ¿verdad? Más vale tarde que nunca y su decisión le hizo ponerse en camino de regreso a su hogar de antaño. 'Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio, y, profundamente conmovido, salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo cubrió de besos'. La actitud del padre en el recibimiento y acogida de su hijo fue impecable. ¿Cómo no iba a serlo si le nacía de lo más profundo de sus entrañas, de su corazón?
     
'El hijo empezó a decirle: -Padre, he pecado contra
 
el cielo y contra ti. Ya no merezco llamarme hijo tuyo'. 
DECIDE REGRESAR.-B.E.MURILLO.-BARROCO
Hasta ahí iban saliendo las cosas  según tenía previsto el muchacho, pero...no pensó que el padre también tenía algo que decir. Algo absolutamente impensable para aquel hijo descarriado que se sabía merecedor de reproches sin fin. 'El padre dijo a sus criados: -Traed en seguida el mejor vestido y ponédselo; ponedle también un anillo en la mano y sandalias en los pies. Tomad el ternero cebado, matadlo y celebremos  un banquete de fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y lo hemos encontrado. Y se pusieron a celebrar la fiesta'.
WILLIAM ETTY.-S. XIX
      Hasta aquí todo discurre muy bien. La alegría indescriptible de un padre  se mezcla con las lágrimas de arrepentimiento de un hijo que se sabía indigno de aquel festín que se daba en su honor (que ya no tenía a causa de su comportamiento, pero que su padre le restituye). Además, un vestido nuevo, en lugar de los harapos que debía llevar puestos, un anillo en la mano, símbolo de autoridad y unas sandalias nuevas para seguir recorriendo su camino. ¿Quién puede dar más si no es un padre que se mueve a impulsos del Amor?
      Todo hubiera terminado bien si el corazón de todos hubiese mantenido el vínculo de solidaridad con el corazón del señor de la casa, del padre. Pero hay un refrán que dice que 'de donde menos se piensa, salta la liebre'. Y en este caso la 'liebre' saltó personificada en la figura del hermano mayor. Hasta ahora había permanecido silencioso e impotente. Pero ahora...Llegar de sus tareas, entrar en la casa, oír el ruidoso jolgorio  y alegría allí presentes, fue todo una sola cosa. Esto no era normal y su extrañeza le obligó a preguntar  a qué obedecía todo aquello.
FIESTA TRAS LA VUELTA DEL HIJO PRÓDIGO.-JACOPO BASANO.-MANIERISMO
      'Ha vuelto tu hermano, y tu padre ha ordenado matar u  becerro cebado, porque lo ha recobrado sano' (Lc. 15, 27). Increíble. ¿Su hermano allí? ¿Habiendo despreciado a su padre al pedirle su parte de herencia antes de su muerte? ¿Y después de despreciar a toda su familia y el hogar familiar marchándose muy lejos de allí? Volvía con las manos vacías. Roto. Humillado. ¿Y se hacía una fiesta por él?
      Pensó en su buen comportamiento con la familia, con su padre, a quien había visto sufrir lo indecible cuando su hermano marchó. Pensó con la hacienda familiar y que él jamás había derrochado nada, ni siquiera 'un cabrito para hacer fiesta con sus amigos'. ¿Y por el 'otro' celebraban sus 'éxitos' acaso? No. Aquello era demasiado. Era más, mucho más de lo que podía soportar y asumir.. Lógicamente, humanamente hablando, marchó iracundo sin querer ver a su padre.
      Pero alguien le comentó lo sucedido con su otro hijo y, como padre de los dos, no podía permitir que esa absurda actitud quedase así. Marchó a su encuentro para abordarle directamente y que compartiese la misma alegría que él tenía, pero se encontró con algo muy distinto. 'Él respondió y dijo a su padre: -Hace ya tantos años que te sirvo sin haber traspasado jamás tus mandatos, y nunca me diste un cabrito para hacer fiesta con mis amigos, y al venir ese hijo tuyo, que ha consumido su fortuna con meretrices, le matas un ternero cebado'.
      Aparentemente tiene mucha razón, pero aun siendo así, por la forma que emplea en dirigir a su padre los reproches, la pierde en su totalidad. 
IL GUERCINO.-BARROCO
Su afecto y cariño hacia su padre, ¿era realmente desinteresado o en su interior había otros sentimientos? Ya sé, ya sé que es una narración ficticia, pero es que Jesús también lo sabía y su propósito va más allá de la propia narración: desea hacer pensar a su auditorio en su propio comportamiento, en sus propias actitudes con Dios al que continuamente está presentando como Padre común de todos sin excepción alguna. En este sentido valdría la pena observar el contenido de la respuesta.
      'Hace ya tantos años que te sirvo sin haber traspasado jamás tus mandatos'. Muy loable esa actitud, pero si realmente se encontraba tan cercano a su padre, ¿había tenido suficiente confianza para pedirle el cabrito que reclama a deshora para abochornar a su padre y amargarle la alegría que sentía? Vamos a ver: ¿realmente se 'sirve' a un padre o se colabora con él, ayudándole con su esfuerzo y su trabajo? Parece un hijo sumiso y obediente, pero me da la impresión que estaba más lejano de su padre que el hermano menor. Manifiesta un distanciamiento enorme que le revienta de su interior y parece escupirlo a la cara del padre.Personalmente no creo en su aparente sumisión Si realmente hubiese sentido el cariño que intentaba manifestar hacia su progenitor, pienso que al menos debiera alegrarse por la alegría de su padre, por ver esa alegría que manifestaba y de la que deseaba hacer partícipes a todos los moradores de su casa y hacienda, hijo mayor incluido.
     
Pero le da un nuevo bofetón en su respuesta: 'y al venir ese hijo tuyo'. Se desentiende de su propio hermano. No lo acepta. Resalta ese sentimiento (y también su resentimiento, una vez más) con esas dos palabras destacadas: 'ese' y no otro; hijo 'tuyo', demostrando su total rechazo a su hermano y a la actitud de su padre al que parece afearle que lo haya aceptado de nuevo.  CARA DEL HIJO MAYOR.-REMBRANDT.-BARROCO
Pienso que tal vez su atención al trabajo, que en sí mismo es buena, ha podido embrutecerle y alejarle de la familia. Da la impresión de una falta de sensibilidad y de madurez humanas increíbles.
       Pero si hemos analizado el comportamiento y los reproches del hijo 'oficialmente bueno', no estará de más analizar un poquito la actitud del padre después del chaparrón que le ha caído. 'Él le dijo: -Hijo, tú estás siempre conmigo, y todos mis bienes tuyos son, mas era preciso hacer fiesta y alegrarse, porque este tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado'. Ahí finaliza la parábola, pero las actitudes y sentimientos del padre no finalizan. Posiblemente empezase ahí con una nueva vida que había de realizarse por parte de todos. Y todos unidos. Así parece desprenderse de su respuesta.
FRANS FRANCKEN, EL JOVEN.-BARROCO
      'Hijo, tú estás siempre conmigo'. Con esa expresión parece estar diciéndole que su presencia le hace  tenerlo siempre presente en todo. Le ha pedido parecer,ha escuchado sus opiniones cuando las ha dado y continúa teniéndolo también en su corazón aunque no se haya dado cuenta cegado por su infantil recelo, a pesar de su adultez. 'Y todos mis bienes tuyos son', es decir, que por matar un becerro cebado y por tener de nuevo a su hermano en casa, no va a perder un ápice de la herencia que le corresponde por derecho y por cariño paterno. Y con sus mismas palabras le devuelve la 'pelota' que le ha lanzado anteriormente: 'porque este tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida'. ¿Se dan cuenta? 'Este' en contraposición al 'ese' que su primogénito le ha remarcado en su reproche, pero mantiene el mismo adjetivo posesivo: 'tu hermano' en contraposición al 'tu hijo' . O sea, que parece decirle que 'ese hijo mío que me has dicho resulta que es hermano tuyo, parido por tu misma madre y engendrado por tu mismo padre, aunque no lo quieras reconocer. Ahora ponte en su lugar y dime si hubieras querido verte acogido como has visto hacer con tu hermano. Y eso obliga en conciencia. Están de más los reproches que me has lanzado, así que abre tu corazón y siéntete partícipe de la alegría y el acogimiento que hemos dado a tu hermano'. 
      Aunque San Lucas nada dice en su Evangelio a lo que siguió después de la exposición de la parábola por parte de Jesús,no sería descabellado pensar, aunque dejemos volar un poquito la imaginación, que hiciese una explicación al auditorio  adaptada a la relación entre ellos  y la relación con el Padre-Dios, como tantas veces hemos escuchado en las homilías  de los sacerdotes dirigidas a nosotros.