
Este es un tema que, se lo puedo asegurar, a la hora de ponerme a escribir debo hacer un esfuerzo. Jamás he podido entender tamaña bestialidad en un gobernante. Herodes tuvo una reacción canallesca, absolutamente desproporcionada.

Se creyó burlado por los tres extranjeros que le preguntaron por el Rey de los judíos que había nacido y el miedo a perder su reino, el poder, el lujo, los placeres, le hicieron perder el control.

La salvaje orden de matar a montones de niños inocentes a cuchillo para, según su pensamiento, eliminar ese supuesto rey que amenazaba su trono, pasó a la Historia como uno de los hechos más viles e inhumanos. Fue una manifestación de la peor de las ignominias.

Así lo relata San Mateo: ‘Entonces Herodes, viéndose burlado por los Magos, se irritó sobremanera y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en sus términos de dos años para abajo, según el tiempo que con diligencia había inquirido de los Magos.

Entonces se cumplió la palabra del profeta Jeremías que dice:

Una voz se oye en Ramá, lamentación y gemido grande; es Raquel, que llora a sus hijos, y rehúsa ser consolada, porque no existen’. (Mt. 2, 16-18).

Escueto. Y terrible. Porque ese pasaje lleva implícito ver las madres intentando librar a sus hijos de esa muerte atroz. Incluso muriendo con ellos acaso.
No me cabe la más mínima duda que alguno de los pintores que tomó este tema para plasmarlo en un lienzo debió sentirse impresionado y volcó su horror en él. Supieron manifestar el dramatismo de este hecho ignominioso.

Nadie puede permanecer insensible ante semejante asesinato de niños, casi bebés. Han pasado los siglos y su recuerdo permanece inalterable.

Ahí están los cuadros. Por supuesto no están todos, pero desde los artistas del románico hasta los del barroco como mínimo, incluso más tarde, sus creaciones de este tema están presentes en las páginas del Arte.

Las representaciones pictóricas de este tema en los siglos XV al XVII hieren la vista. Son tremendamente realistas.

Me imagino que no va a ser fácil disfrutar de estos cuadros, pero…existen y están ahí. Aunque nos esforcemos en ver el enfoque, el color, la forma artística de concebir el tema que nos ocupa, será difícil abstraernos del contenido atroz de las escenas.

Lo siento, pero es un pasaje en la biografía de Jesús. Y muy triste. Pero así ocurrió.

Les dejo con ellos.





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