FRIEDRICH WILHELM VON SCHADOW.-ROMANTICISMO |
‘De nuevo se
puso a enseñar junto al lago. Acudió a Él tanta gente, que tuvo que subir a una
barca que había en el lago y se sentó en ella, mientras toda la tierra
permanecía en tierra, a la orilla del lago. Les enseñaba muchas cosas por medio
de parábolas’ (Mc. 4, 1-2)
Así comienza
San Marcos el capítulo 4 de su Evangelio. Pero hay algo que le llama la
atención a este evangelista (como a mí personalmente me ha llamado la atención
que lo haga constar) y desea resaltarlo: el hecho de que emplee las parábolas
como recurso.
Meister des Evangeliars von Rossano
¿Por qué?
¿Qué son las parábolas? Son unos relatos expuestos por Jesucristo en algunos
momentos de su predicación en los que para hacerse entender mejor y valiéndose
de elementos muy sencillos, que todos conocían por formar parte integrante de
la cotidianidad de la vida de cualquiera (el trabajo de sembrador, la sal, las
ovejas y el pastor, las monedas, etc.), mediante un lenguaje exquisitamente sencillo sin ninguna
retórica ni circunloquio, transmite un mensaje, una enseñanza, con el fin de
hacer reflexionar o de que se interiorice el mensaje que transmite. A menudo
son comparaciones. Por ejemplo, cuando desea exponer el Reino de Dios, dice:
‘¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A
qué lo compararé?’ (Lc. 13, 18).
Hay ocasiones en las que
después de exponerlas a la muchedumbre que deseaba oírlo, les explicaba a sus
discípulos el sentido profundo que contenían, ya que sabía que muchos no
acababan de captar el mensaje que Él transmitía. Así, en una ocasión los
discípulos le preguntaron: ‘¿Por qué les hablas por medio de parábolas?
KIRK RICHARDS.-S. XX
Jesús
les respondió: -A vosotros Dios os ha dado a conocer los misterios del Reino de
los cielos, pero a ellos no. Porque al que tiene se le dará, y tendrá de sobra;
pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará. Por eso les hablo
por medio de parábolas, porque aunque miran no ven, y aunque oyen, no escuchan
ni entienden’. (Mt. 13, 10- 13). Con estas palabras hace referencia a lo que
dice Isaías en los versículos 9 y 10 del capítulo 6.
Pues bien. Me
ha parecido conveniente hacer esta especie de preámbulo porque las parábolas
forman parte de lo que hoy llamaríamos la didáctica que empleaba en sus
discursos. Forman parte de su actividad para transmitir el mensaje de la Buena
Nueva y las podemos obviar cuando nos referimos a su predicación.
William Blake.-NEOCLASICISMO |
Los pintores
y escultores han tenido en ellas, como iremos viendo, una fuente de inspiración
para enfocar sus obras a través de la imagen y el color y les da forma. En esta entrada
voy a valerme de la parábola de ‘las diez vírgenes’ valiéndome del Evangelio de
Mateo, al comienzo de su capítulo 25. En ella desea transmitirnos la absoluta
necesidad de estar preparados para la partida definitiva a la otra vida porque
nadie conocemos el momento, la hora, ni las circunstancias. Dios quiere que
todos nos salvemos. No desea que nadie se pierda y desea fervientemente que
compartamos su Vida y su Reino para siempre. Y a ellos dedica sus esfuerzos y
su palabra.
Comienza la parábola de
esta forma: ‘Entonces el Reino de los
Cielos será semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas salieron a
recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes’.
VÍRGENES NECIAS.-Catedral de Érfurt en Érfurt, Turingia, Alemania
Nos presenta
las dos actitudes que solemos tomar ante la vida. La prudencia la presenta como
el camino más acertado para estar dispuestos en todo momento. La necedad, como
equivocación, como error, ya que cuando nos damos cuenta puede ser tarde ya y
no disponer de tiempo para maniobrar rectificando vida y actitudes.
Sigue diciendo
Mateo: ‘Las necias, al tomar sus
lámparas, no llevaron consigo aceite; las prudentes, en cambio, junto con las
lámparas llevaron aceite en sus alcuzas’. Las vírgenes prudentes (las
‘inteligentes’ en el título de la entrada), fueron previsoras. Captaron que de
un momento a otro vendría el esposo. Estarían haciendo las actividades propias
que les corresponderían, pero sin descuidar el objetivo último que esperaban.
Las vírgenes necias (las ‘menos
inteligentes’ del título) también vivían su día a día pero descuidando el fin
último al que estaban llamadas y no precavieron el aceite que necesitaban para
dar luz con sus lámparas.
VÍRGENES PRUDENTES.-Catedral de Berna
Estaban más pendientes de sus quehaceres, que podrá
estar bien, pero descuidaron lo fundamental: la preparación para recibir al esposo
que es a quien realmente debían dedicar su tiempo y su trabajo.
Aquí se expone la realidad para la gente del
siglo XXI, porque esto no es en absoluto un ‘cuentecito’, más o menos bonito,
sino una interpelación directa a cada uno de nosotros para que pensemos lo que
debieron hacer las vírgenes necias (estaríamos cayendo en el mismo error que
ellas) y optar por dedicarnos a desarrollar nuestro papel en el mundo que nos
ha tocado vivir, de manera que sirva de preparación para cuando haga acto de
presencia el esposo de la parábola (Dios) llamándonos a su presencia.
PETER VON CORNELIUS.-ROMANTICISMO |
Es una reflexión, una llamada a nuestra
conciencia, para analizar si tenemos dispuesto nuestro ‘aceite’ (buenas obras,
oración, vida espiritual, profesional y familiar con arreglo a las enseñanzas
del Maestro) y nuestras ‘lámparas’ (dedicación a Dios desde nuestras
capacidades personales, profesionales, sociales. Saber ver y distinguir los
signos de los tiempos y obrar en consecuencia, como tantas veces nos han dicho
diversos Papas desde la Sede de Pedro). Para eso nos expuso Jesús la parábola
de los talentos, que también trataremos en su día.
HIERONYMUS FRANCKENII.-S. XVI - XVII |
‘Como tardase en venir el esposo les entró
sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó vocear: ¡Ya está aquí el
esposo! ¡Salid a su encuentro!’ A muchos nos entra ese sueño, modorra en
ocasiones, aunque sea temporalmente, y descuidamos nuestro deber. El aviso
llega tarde o temprano…pero llega. Ahí se encontraron con las manos vacías.
¿Qué hacer?
‘Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus
lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite porque
nuestras lámparas se apagan.
Vladimir Borovikovsky.-S. XVIII - XIX
Pero las prudentes les respondieron: Mejor es que
vayáis a quienes lo venden y compréis, no sea que no alcance para vosotras y nosotras’.
¡Claro! Pasó lo que debía pasar. Quienes se dedicaron a holgar quisieron
aprovecharse del trabajo ajeno, pero aquí el trabajo es personal e
intransferible. Lo que pueda y deba hacer yo, y no haga, podrá hacerlo otro,
pero en lo que a mí se refiere HABRÁ QUEDADO SIN HACER. Y de eso deberemos
responder.
Con muy buen criterio dieron las vírgenes prudentes la respuesta
adecuada. Ellas habían dedicado su vida, su tiempo, a cuidar sus lámparas, a
tenerlas a punto.
PINTURA ROMÁNICA
Hicieron las comprobaciones pertinentes para asegurarse que
funcionaban bien, se encendían y estaban a punto para cuando llegase el
momento. Su aceite era el justo o acaso algo más, pero no podían desprenderse
de nada. Lo tenían comprobado, así que les aconsejaron que marcharan a
comprarlo. Lógico, ¿no?
Pero
‘mientras fueron a comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas y se cerró la puerta’. Suena a fuerte, pero eso es lo
que hubo. Mucha desolación, pero avisos tuvieron y no los aprovecharon. En el
fondo es una llamada de atención para cristianos de todos los tiempos. Conozco
personas que piensan que antes de morir les dará tiempo a confesar. ¿Seguro?
¿Tan inteligentes son que conocen el momento exacto de su muerte? Me da la
impresión que esa actitud es sumamente peligrosa.
ALEXANDRE BIDA.-ROMANTICISMO |
Es cierto que todos esperamos la segunda
venida de Jesús al final de los tiempos, pero ¿conocemos cuándo será? ‘En
cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo,
sino sólo el Padre’ (Mt. 24, 36). Pero honradamente pienso que esa segunda
venida de Cristo tiene un momento personal para cada uno de nosotros: el de
nuestra muerte. Para eso debemos tener el aceite de nuestra lámpara a punto:
recepción de Sacramentos, permanencia en la Gracia, oración,…así nada importará
el momento. Estaremos preparados y nuestras lámparas estarán a rebosar.
Tintoretto.-MANIERISMO |
VÍRGENES NECIAS.-JAMES TISSOT.-S.XIX - XX |
VÍRGENES PRUDENTES.-JAMES TISSOT.-S.XIX - XX |
VITRAL EN LA IGLESIA .-MELBOURNE |
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