¡Hasta por el techo…! – 13-Febrero-2013
Posted byJAMES TISSOT.-S. XIX |
Estoy seguro
que a alguno de ustedes, tal vez a todos, cuando se han visto en alguna
situación comprometida, han puesto en
activo toda la creatividad e improvisación de la que todos somos capaces
para salir airosos de ella y solucionar
el problema planteado. Es uno de los dones con que el Padre nos adornó cuando
nos llamó a la vida. Esto es así ahora y será siempre. Incluso ha ocurrido,
como vamos a ver, en el pasado.
Parece ser que
cuando existe algún personaje famoso, por la circunstancia que fuere, atrae la
atención de las personas y todos (muchos o algunos, no sé) desean conocerle y
tratarle. Es el peaje que hay que pagar por la fama. Este es el caso de
futbolistas, actores, artistas de la canción o de lo que sea. Los periódicos,
revistas, televisión y otros medios de
comunicación social se encargan de facilitarnos las cosas con tal de
conseguir más ventas en sus diarios o mayor audiencia en sus programas
televisivos. ¿Me equivoco?
Jesús de
Nazaret no fue ninguna excepción. Ciertamente no existían diarios ni radios y
televisiones, pero existía un procedimiento que aun hoy sigue vigente: el ‘boca
a boca’. O, como alguno me ha dicho
humorísticamente, el ‘boca a oreja’. El Hijo de María de Nazaret, tras
despedirse de ella, comenzó su etapa de vida pública en la que iba a transmitir
la misión que el Padre le encomendó: el anuncio de la Buena Nueva.
Junto con la Palabra empleaba unos
hechos que a todos llamaban la atención y que les permitía cerciorarse de tener
frente a sí a un ser excepcional. El mayor de todos ellos eran los milagros que
hacía ante muchas o pocas personas. La cantidad de personas es lo que menos le
importaba. Lo verdaderamente importante era que a través de ellos se percatasen que Dios estaba ante ellos. Mejor
dicho, estaba con ellos.
DESPEDIDA DE CRISTO DE SU MADRE.-FEDERICO BAROCCI.-MANIERISMO
Las personas
con rectitud de intención, con honradez y coherencia, los anawin, eran
conscientes que en Él había mucho más que un profeta. Él era el libertador de
Israel anunciado por los profetas. Solamente que no era el tipo de libertador
‘guerrero’, ‘caudillo’ que creían. La liberación que anunciaba era de otro tipo
que llegaron a comprender después de Pentecostés.
En esta
entrada voy a tratar un tema muy conocido y que, seguro estoy, todos conocerán:
el paralítico que curó cuando sus amigos lo descolgaron ante Jesús desde el
tacho de la casa en la que se encontraba, al ver que no podían pasar por el
gentío que había. Esta es la razón por la he comenzado con el contenido del
primer párrafo. He elegido el Evangelio de San Marcos. El capítulo 2,
versículos 1 al 12 nos van a servir de pauta. Hubiese podido ser otro
evangelista, pero ha sido este.
‘Tiempo después, Jesús volvió a Cafarnaún.
Apenas corrió la noticia de que estaba en casa, se
reunió tanta gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta’. San Marcos
comienza su relato ambientándonos con la situación.
KIRK RICHARDS.-S. XX
Es a lo que personalmente
me refería cuando comentaba lo de la ‘fama’ de las personas. Unos a otros se
fueron transmitiendo la noticia de la presencia de Jesús entre ellos y, según
lo dicho por Lucas, muchos habitantes de Cafarnaún acudieron a oírle. Había ‘tanta
gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta’.
Y ya entramos en materia propiamente dicha. Había un
paralítico que acaso quería ir a verle con la esperanza de su curación, como
sabía que había hecho con otras personas. O acaso fueron sus amigos los que le
animaron a acudir a su presencia y se brindaron a llevarle. El caso es que se
personaron donde el Maestro predicaba y se tropezaron con la gran dificultad de
no poder llegar hasta Él. Y ahí surge la ‘creatividad e improvisación’ de la
que somos capaces las personas cuando queremos.
¿Es
descabellado pensar que alguno tuvo la idea? ‘¡El techo! Vamos a bajarlo hasta
su presencia’. ‘Y mientras Jesús les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le
trajeron un paralítico que llevaban tendido en una camilla. Como no podían
acercarlo a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo donde él estaba y
por el boquete bajaron al enfermo en su camilla’.
William Hole .-S. XIX - XX
Al oír el ruido del techo mientras hacían la abertura lo
suficiente mente grande para descolgar a su amigo paralítico, Jesús tuvo que
levantar la cabeza necesariamente a ver qué estaba pasando, así como los que
estaban con Él en el interior de la casa y los que desde fuera, a través de las
ventanas, seguían la predicación de Jesús. algo les decía que allí iba a
ocurrir algo.
Unos momentos después, Jesús se encontró ante Él con un
hombre postrado en una camilla, unos amigos suyos que esperaban expectantes su
decisión, una muchedumbre desconcertada que no se esperaba aquella
interrupción, pero que les mantenía la atención al tope de sus posibilidades. Jesús
comenzó su ‘trabajo’ con algo que nadie se esperaba, pero que generalmente es
con lo que solía pedir a los acudían a pedirle algo, aunque no se lo pidiese
con palabras.
Harold Copping.-S. XIX - XX |
Y en esta ocasión fue Él quien tuvo la iniciativa. ‘Al ver
la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico: -Hijo, se te perdonan tus
pecados.’ Con la mentalidad de aquellas personas y la esperanza que tenían,
especialmente el paralítico y sus amigos, no era en lo que confiaban. Pero
Jesús es así. Y desde luego, a nadie defraudó posteriormente. Acaso en su
Magisterio quiso dar una respuesta contundente a un grupito de personas que
estaban presentes.
‘Estaban allí
sentados algunos maestros de la
Ley, y pensaron en su interior: -¿Cómo
puede decir eso? Realmente se burla de Dios. ¿Quién puede perdonar pecados,
fuera de Dios?’ El escándalo farisaico. Claro. ¿¡Quién se creía que era para
decir eso!? ¡Se cree que es Dios!
Solamente Él es capaz de hacer eso. ¿Cómo se atreve? Y claro. La respuesta les
llegó Jesús era muy ‘largo’. Se daba cuenta de lo que murmuraban entre ellos y
a ellos se dirigió:
‘Pero Jesús supo en su espíritu lo que ellos estaban
pensando, y les dijo: -¿Por qué pensáis así? ¿Qué es más fácil decir a este
paralítico: Se te perdonan tus pecados, o decir: Levántate, toma tu camilla y
anda?’ Los cogió descolocados.
ALEXANDER BIDA.-ROMANTICISMO
No se esperaban esta interpelación y menos
delante de tanta gente. Pero Jesucristo no les dio tiempo a respirar ni les
otorgó ninguna capacidad de reacción.
‘Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene en la
tierra poder para perdonar pecados, dijo al paralítico: -Levántate, toma tu
camilla y vete a tu casa. El hombre se levantó, y ante los ojos de toda la
gente, cargó con su camilla y se fue’.
¿Cómo quedarían aquellos maestros de la Ley? Nada nos refiere el
Evangelio en este sentido pero basta con que cada uno de nosotros intente
meterse en la piel de uno de estos personajes e intentar analizar cómo se
sentirían después de semejante ridículo.
Pero
sí dice cómo fue la reacción del pueblo llano que presenció el milagro. Tal vez
en nuestra sociedad de hoy la reacción
hubiese sido una gran ovación, pero hubiese estado totalmente fuera de lugar.
Aquello era mucho más hondo.
DEAN CORNWELL.-S. XX
Mucho más trascendente. Y así lo vieron y
entendieron: ‘La gente quedó asombrada, y todos glorificaban a Dios diciendo: Nunca
hemos visto nada parecido’.
Supieron captar el mensaje. Desde luego, no en toda su
extensión, pero sí que estaban ante Alguien que superaba con creces todas sus
expectativas como hijos del pueblo elegido por Dios.
PARALÍTICO CARGADO CON SU CAMILLA.-ICONO RUSO |
El paralítico especialmente y sus amigos quedarían
llenos de agradecimiento, henchidos de satisfacción. El asombro y la confianza
en aquel joven rabí era cada vez mayor. Pero los ‘listillos’ que osaban juzgar
las actuaciones y palabras de Jesús, tal vez marcharon consumidos por la rabia,
si no por el odio, que según iba acumulándose acabaría por conseguir su objetivo
último: quitarlo de en medio. Pero de eso ya hablaremos más adelante.
1 comentarios:
¡Caramba, Ana! Me ha sorprendido su comentario y le agradezco su sinceridad. He entrado en su blog, efectivamente y no me disgusta. Tiene un tema muy bonito. Por lo que veo, Dios no le es indiferente. Personalmente le puedo decir que desde la edad de dieciocho años en que finalicé mi carrera, he ido buscando a Dios y poco a poco he ido encontrándolo en el Dios Uno y Trino al que conocemos como la Santísima Trinidad. Jesús de Nazaret se ha encargado de hacerlo cercano a nosotros y de mostrarnos el cariño tan grande que nos tiene a todo el género humano.
El día 5 de octubre celebraremos mi esposa y yo los 50 años de matrimonio cristiano y lo haremos desde una Eucaristía junto con nuestros hijos, nietas, familia y amigos, como acción de gracias por ese amor que nos tiene sin límite alguno.
Pienso que usted, Ana, no está lejos de Él. Incluso me atrevo a pensar que él y usted están trabajando juntos a través de su blog. Nuevamente le transmito mi enhorabuena por su magnífico trabajo. Personalmente intento transmitir en mis dos blogs mis propias experiencias de Dios. Mis blogs son:
http://ellogosenelmundo.blogspot.com.es/
http://ellogosenelarteuniversal.blogspot.com.es/
Por supuesto seguiré entrando en el suyo. Saludos cordiales, Ana. Juan Manuel (a) 'Caminante y peregrino'
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